24 dic 2009

Una Navidad Inolvidable

Hace exactamente un año recuerdo que a esta hora estaba en los preparativos de una cena que sería inolvidable por muchas razones.
Hay momentos especiales que nos brinda la secuencia de nuestros tiempos en los que no tenemos ninguna idea de cuál será el suceso por venir.
La familia de siempre completa, mi nueva familia completa también, algunos invitados más que me llenaba de placer poder convidar en una fecha tan importante.
Nos divertimos como nunca, es cierto que algunos eventos que cambiaron mi vida ajustaban mis circunstancias pero casi no lo resentí, porque estaban a mi lado todas las personas que quería conmigo, las que sí podían estar.
Cantamos desafinando hasta que la voz se puso ronca, y algunos imploraron que otros dejaran el micrófono.
Hubo dominó, intercambios divertidos y las pláticas de sobremesa, haciendo el recuento de los "años".
La cena se prolongó hasta la madrugada, y cuando despedí a todos los invitados y me fui a descansar me sentía feliz, estaba deseosa de iniciar un año nuevo que con seguridad me traería muchas sorpresas.
Y así fue, el año nuevo me llevó a viajes inesperados,encuentros y reencuentros que alentaron la fe en mis sueños.
Sin embargo a mi regresar se rompió el encanto de las sorpresas, perdí a mi padre en aquellos días que llaman santos. El último día que pasé con él, el cual ignoraba sería nuestra despedida, no me alejé ni un momento de su compañía, no fue lo normal, porque en las reuniones se platica con todos pero ese día en especial, sólo platiqué con él, intentando descifrar el mundo y la realidad que me describía, al que se estaba escapando lentamente desde hacía meses.
Este año tuve ilusiones que volvieron a romperse, aún no ha llegado lo que estoy esperando pero sé que pronto debe venir. No conozco ni el lugar, ni el momento, ni las palabras, ni las personas, pero quiero creer que este año las cosas cambiarán y finalmente empezarán a ocurrir los recuerdos de mi futuro, los que decidí recordar desde hoy.
La cena de esta noche será difícil, la Navidad siempre es nostálgica y si alguien se acordaba de los que se nos habían adelantado era mi papá, el ya no está más y no hay modo de cambiarlo.
Hoy no está la familia de siempre completa, algunos se fueron de viaje para no recordar la Navidad inolvidable del 2008. Hoy tampoco está completa mi familia nueva, es algo con lo que debo aprender a vivir.
Este año también valió la pena por muchas razones, porque mis verdaderos amigos siguieron cerca de mí; porque aunque el proyecto crece poco a poco sigue creciendo, mi Café Toscana nunca me defrauda; porque también hice cosas nuevas que me han permitido idear nuevos proyectos y conocer valiosas personas, la docencia era una veta que no había explotado y me ha dejado mucha riqueza personal.

Gracias a todos mis amigos por su apoyo como siempre, y citando las palabras de los agradecimientos de mi primera edición de Café Toscana, desde aquí les envío un gran abrazo con mucho cariño:

"Gracias a mis mejores amigas por ser la taza de café que muchas veces he necesitado para depertar y pensar con claridad.
A todos mis amigos, viejos y nuevos por mostrarme que la amistad es como la red que le impide al equilibrista caer al vacío cuando da un paso en falso. Por demostrarme la importancia de contar con ese soporte capaz de detenerte una y otra vez en cada caída, recordando que siempre estarán allí cuando los necesite. Gracias por no dejarme caer y ayudarme a levantar, estaré de pie otra vez."

Feliz Navidad y que 2010 sea un muy buen año para todos.

Red Velvet Cupcakes

22 nov 2009

Hollywood y sus finales...

Como cinéfila implacable con un claro y orgulloso perfil romántico, no me queda más remedio que culpar a Hollywood de las falsas expectativas de los finales felices.
La vida me ha hecho comprender que los finales felices no existen, muy a pesar de todas aquellas maravillosas producciones que contribuyeron con su granito de arena para convertirme en la irremediable soñadora que soy.
No hay amores eternos, ni incondicionales, la vida es lo suficientemente dura como para disolver cualquier pretensión de este tipo.
Sólo existe la voluntad y la tenacidad, los proyectos en la vida se logran con una estrategia y con una visión clara del futuro, pero más que nada se consiguen a través de la persistencia. Esa voluntad que se alimenta de una actitud positiva y franca ante las oportunidades de la vida, Hollywood nos inspira con historias de suerte excepcional o hasta accidental y es cierto que el ser humano necesita alimentar su fe con ese tipo de material.

De mis favoritas:













Sin embargo, me parece que el remedio más eficaz es el trabajo de la mente y el cuerpo que se esfuerzan por dirigirse a la meta deseada.
No, la suerte no cae del cielo, ni se renuncia a todo por el ser amado, no se puede comprometer todo por un futuro incierto, y entonces lo que nos queda es un montón de piezas revueltas de momentos y recuerdos que no sabemos cómo armar y no podemos desechar.
Es el tiempo el que dicen que cura todo, pero a veces con toda su incertidumbre pesa más de lo que uno pudiera imaginar.
Entonces no se trata sólo de finales felices, sino de comienzos a cada momento, a cada instante, a cada sueño, el final siempre será incierto pero el empeño de conseguirlos es el encanto que nos inspira y nos inyecta vida, la gana de buscarlos es lo que nos mantiene vivos.
No se puede renunciar a la expectativa de un final feliz aunque tal vez sean casi imposibles, pero ante todo ese casi, esa mínima posibilidad de que exista la ilusión que me grabaron en el corazón cientos de películas con finales felices, es lo que hace que los escenarios, guiones y personajes que creamos y conocemos en nuestra vida cotidiana valgan la pena.
La película que interpretamos a diario no tiene finales felices, sino momentos felices, no son tan duraderos pero hay que saborearlos para que alimenten el espíritu hasta que venga otro de ellos a nuestro encuentro.



Tal vez lo que mantiene al corazón latiendo es la espera de ese final feliz, mientras tanto los sueños se sostienen con la visión de mi futuro.

11 oct 2009

Pensamientos frente al mar


El mar me sigue llamando y cada vez que lo encuentro me dice cosas distintas, me hace ver el mundo de otro modo. Me cuenta historias de mi pasado que había olvidado, los surcos que voy haciendo en la arena húmeda se borran con la ola más ligera, diciéndole a mis sentidos que no importa nada más que volver a intentarlo.
Cada ola es el lapso del cual dispongo para escribir una nueva frase, para volverme a equivocar y sonreirle a la puesta de sol.
Quiero que la marea se lleve los restos de la tormenta, pero no es así, cuando vuelve la calma, regresan a la orilla del mar y no sé qué hacer con ellos...
Tal vez deba construir una fogata e incinerarlos de una vez, sin embargo la madera mojada no prende, dejaré pasar más tiempo para que una chispa baste consumiéndolos hasta el fin.
Sólo quiero flotar en el mar, no voy a nadar más contracorriente, escribiré mil palabras al viento y las veré caer con la lluvia acompañada de rayos estruendosos que ya no me asustarán más, luego me sentaré a esperar el alba que siempre llega, y con un espresso en la mano contemplaré el amanecer que siempre quise beberme, sola y a mi salud.




Cada instante, cada ola, cada nuevo comienzo, es una oportunidad de escuchar los susurros del corazón: "Costa del Sol" por Christophe Goze

1 jul 2009

Regresé de nuevo al mar

Soy del mar, eso es un hecho, cada vez que puedo apreciar su calidez y magnífica belleza me parece irresistible la idea de rendirme a sus olas.

Me sumerjo en nostálgicos recuerdos acumulados desde la infancia, siempre dejándome llevar por su inmensidad y sensualidad que revienta tras contenerse una y otra vez.
Las horas se detienen en su paz, en su cadencia que restriega sal y arena en complicidad con el sol sobre mi piel, dejando la marca de su huella tostada.
Su voz implacable de día y susurrante de noche, me dice cosas que no había escuchado hasta ahora, es una voz grave y sostenida que gime sin que nadie más la escuche, pasaron años para que pudiera entenderla.


Me llama el mar siempre porque sabe que le pertenezco, porque me tiene cautiva y no quiero escaparle. Sabe que siempre seguiré regresando para encontrar los fragmentos de mi vida que han ido fundiéndose en la claridad de sus aguas, en la profundidad de sus abismos que ante mi mirada se acortan en el breve e infinito horizonte.





"Io Dal Mare"
Saranno stati scogli di carbone dolce
dentro il ferro liquefatto
di una luna che squagliò un suo quarto
come un brivido mulatto
o un bianco volar via di cuori pescatori
acqua secca di un bel cielo astratto
chissà se c'erano satelliti o comete
in un'alba senza rughe
larghe nuvole di muffa e olio
appaiate come acciughe
o una vertigine di spiccioli di pesci
nella luce nera di lattughe
e io
Dal mare venni e amare mi stremò
perché infiammare il mare non si può
aveva forse nervi e fruste di uragani
scure anime profonde
tra le vertebre di vetro e schiuma
urla di leoni le onde
o tende di merletto chiuse su farine
corpi caldi di sirene bionde
forse era morto senza vento nei polmoni
graffio di cemento bruno
barche stelle insonni a ramazzare
nelle stanze di Nettuno
o turbini di sabbia tra le dune calve
sulle orme perse da qualcuno
e io
Dal mare ho il sangue e amaro rimarrò
perché calmare il mare non si può
i miei si amarono laggiù
in un agosto e un altro sole si annegò
lingue di fuoco e uve fragole
quando il giorno cammina ancora
sulle tegole del cielo
e sembra non sedersi mai.
e innanzi al mare ad ansimare sto
perché domare il mare non si può
e come pietra annerirò
a consumare
a catramare
a tracimare
a fiumare
a schiumare
a chiamare
quel mare che fu madre e che non so...

24 may 2009

Un instante de café ...


Una breve nota con apenas algunas palabras, la perspectiva de un sueño irreal difícil de acariciar.
Me acompañan los recuerdos de los momentos que aún no hemos vivido.
Me bebo el café sin lograr reconocer en tu mirada la misma intensidad.
No serás tú ahora, ni hoy, ni en este lugar, tal vez serán los rumores apenas escuchados que concilian el eco de mis fantasías queriendo reinventar este mundo una vez más.

Cuando miro alrededor ya no estás... sólo encuentro la taza de café vacía.
De nuevo me equivoqué, estoy enamorada del amor y de los granos de café que me hacen viajar a cada instante que he atesorado a tu lado y a cada instante que hoy no pude leer en tus intenciones, una vez más.
Déjame ir entonces, y al mismo tiempo dame un instante de café para no pensarlo más.

2 may 2009

Un adiós sin despedida

Miro hacia atrás, apenas un mes con algunos días que escribí la última entrada y me doy cuenta que ese tiempo puede convertirse en una eternidad.

Mi vida cambió, eso es un hecho, todos los días cambia un poco pero esta vez la sucesión de eventos me llevó en un abrir y cerrar de ojos a una realidad totalmente inesperada.

Primero hice un viaje que me mantuvo fuera casi por tres semanas, en el que lo vivido me hizo reformularme una serie de preguntas que aún trato de resolver.

Al regresar, mi padre, mi queridísimo padre, estaba contando sus días en cuenta regresiva, pero nadie lo sabía.
Pude disfrutar de algunas charlas más a su lado, de momentos que hoy atesoro como los más especiales y los últimos, pero no pude despedirme de él.

Debe ser casi imposible saber cuál es el justo momento de despedirse de alguien que partirá para siempre, pero extraño esos momentos robados, ese último beso en la mejilla acompañado de sus dulces palabras que ya no pude darle en vida por última vez.

Hoy a quince días de su muerte me doy cuenta que cada día que pasa es más difícil carecer de su presencia, que ya no está aquí, aunque su esencia sí, pues lo siento cerca, muy cerca.
Ya entendí que no nos despedimos porque no era necesario...

Y finalmente hoy el ambiente está enrarecido, las calles de mi ciudad están desiertas, y aquellos que las transitan llevan puesto un tapabocas, no tienen permitido tocar a nadie porque a todos nos da miedo morir.



En memoria de Manuel Silva Puga mi amado padre:

Faltaba un mes para que un hombre maravilloso cumpliera 75 años de vida, justo un mes antes de llegar a la celebración, el día 17 de abril de 2009, su corazón tan grande, tan generoso, tan espléndido y siempre noble dejó de latir.

El nombre de mi padre era Manuel igual al del suyo, algunos le llamaban Manuelito de puro cariño porque él era grande en todos sentidos, don Manuel con gran respeto le decían otros, o el güero como atinadamente le decía su mamá Lupita atendiendo a la complexión de su tez.

Hablar de la nobleza de mi padre es muy fácil, siempre estaba dispuesto a hacer a un lado las rencillas, buscando la conciliación y el estar en paz.
Su generosidad no le permitía guardar un billete en la bolsa sin pensar primero en el bienestar de los suyos, tal vez recompensar a alguien con una buena propina o una dádiva para ayudar al necesitado en la supervivencia de su día. Afortunados aquellos que se topaban con él, no sólo recibían una limosna sin rogar, sino una desinteresada sonrisa acompañada de la mirada más dulce de unos bellos ojos verde agua, verde mar.

El esposo fiel y amante, incondicional a las necesidades de su siempre tan querida Aída, a quien conoció en un baile de “té danzante” en el Salón Riviera hace más de 50 años, después de hacerla adivinar su nombre... el cuál, ella acertó. A partir de entonces se convirtió en su romántico compañero al ritmo de “Night and day”, su canción; espléndido siempre, obsequiando flores, perfumes, regalos y detalles a su eterna novia.
En las buenas y en las malas a lo largo de 50 años de matrimonio, fue un hombre que se dejó llevar por el amor hacia su esposa y las 4 hijas que tuvimos el honor de tenerle como padre.

El padre siempre cariñoso y consentidor; mijita, güereja, nos decía a Laura, Aidola, Martha y a mí. A veces enérgico cuando quería ahorrarnos alguna mala decisión, otras argumentando con su experiencia y enseñándonos un poco de todo lo que había aprendido en la vida, pero siempre con mucho cariño.

En su trabajo se distinguió como un confiable asesor de los concejos directivos de la empresa en la que responsablemente se desempeñó, durante la mayor parte de su carrera profesional como Contador Público, los compañeros y jefes le estimaban por su calidad ética en los puestos que ocupó a lo largo de su vida profesional, pero quien le conocía de cerca, no podía olvidarlo, siempre atento y amable, de pocas palabras pero lleno de sinceridad con sus amigos.

Este hombre amaba a su familia en todo sentido, a sus 5 mujeres que a menudo lo aturdían con sus conversaciones. El padre con el que se podía contar las 24 hrs del día o más aún si era necesario. Cuánto cariño nos regalaste papá, a tus “niñas” que hoy tienen a sus propios niños, todos y cada uno de esos nietos que disfrutaron su infancia a tu lado, al lado del abuelo Manuel, el abuelo consentidor.

Entiendo que no podías seguir aquí porque una maldita enfermedad te fue arrebatando de tu familia cada día, poco a poco te iba llevando, ahora lo sé, hacia una cita que desde hace días nos dijiste que tenías, una muy importante que debías atender.
La memoria no te ayudaba mucho pero tu corazón sí, ése fue el que te guió a tu gran cita en la que seguramente te esperaban ansiosos todos aquellos que te conocieron en vida y se adelantaron ya, también ellos te extrañaban como ahora lo hacemos nosotros.

Creo que lo justo para ti era que tu alma volviera a ser libre, para despojarte del cuerpo que ya no te servía como antes, para que pudieras recordar cuánto te amamos, cuánto te seguiremos amando y cómo, viviendo en nuestro corazón no has muerto, sólo te adelantaste para apartarnos los mejores lugares en el cielo, como siempre hacías, pensando primero en nosotros.

Ya no tengas ningún pendiente papá, porque aunque el dolor de haberte perdido aquí es muy grande, las bendiciones que sembraste en vida en cada uno de nuestros corazones hoy florecen y dan semillas, porque ese es el legado de un gran hombre, una gran familia que sigue unida y creciendo, que va a cuidar de tu querida y amada esposa, vete tranquilo papá porque aquí nadie te olvida, vete a encontrar tu paz en el lugar más pleno, en el lugar más especial, porque el alma de un hombre tan grande y maravilloso como tú, se merece un sitio privilegiado muy cerca de Dios.

Llévate nuestras palabras llenas de amor y déjanos tu maravilloso recuerdo en el corazón, que Dios te bendiga por siempre papá.


24 mar 2009

Karen Carpenter: una voz privilegiada

Cuando era niña, las mañanas de verano estaban acompañadas de una música que me parecía profundamente tranquilizante, poniendo en armonía todos los elementos de mi entorno en aquel momento, mi mamá preparaba en la cocina la comida que dejaba escapar aromas que me daban un anticipo del menú que disfrutaría en compañía de mis hermanas después, el patio fresco y amplio todo para mí me permitía extender el pequeño y glorioso imperio de mi vasta collección de Barbies, y aquellas canciones con una voz grave, profunda y acogedora envolvían mis horas de juego.


Recuerdo muy especialmente "Superstar", el parafraseo de su letra: Baby,baby,baby,baby oh baby, me hizo entender por primera vez que en inglés baby no significaba solamente bebé.




En aquella época no existían modelos talla 0, pero como en todas existía la inseguridad de la adolescencia.
Años más tarde, después de haber vendido mi infancia por 1000 viejos pesos, importe al que ascendió la venta del paquete completo (a excepción de algunas reliquias conservadas para mi futura propia hija) de aquel imperio de las Barbies con todos los sets respectivos y en casi perfecto estado. Ya habiéndome despojado de los restos de niñez, me vi delante de la inestabilidad que provocan los terribles cambios hormonales, la inseguridad del sobrepeso en un cuerpo que cambia y el sabotaje que el acné provoca en los difíciles años de adolescencia.
A esa edad se buscan respuestas con gran avidez en cualquier tipo de medios, y aunque entonces el concepto del desorden alimenticio era prácticamente desconocido, se empezaban a contemplar algunos de estos potenciale riesgos como un fuerte disparador de baja autoestima.
Recuerdo perfectamente un artículo titulado "Fat as a State of Mind" (La gordura como un estado mental), no tengo muy claro el nombre de la revista pero sí la caricatura que lo ilustraba, mostrando una chica con un cuerpo espectacular mirándose frente al espejo en donde la imagen estaba distorsionada ante su vista como la de una chica muy obesa.
La nutrición no era un tema muy popular, los conceptos de anorexia o bulimia eran aún desconocidos. Lo fueron para mí hasta que un día en el noticiero un 4 de febrero de 1983, se convirtieron en la causa de muerte de Karen Carpenter.





Me resultaba prácticamente imposible entender de dónde podía provenir la inseguridad de una mujer con tanto éxito, con una voz que no he vuelto a escuchar en nadie más. Con un aspecto atractivo que fue irremediablemente deteriorado por la terrible condición que al final le ocasionó un problema cardíaco fatal.

Una voz irrepetible, un talento difícil de igualar, sin embargo traicionado por una distorsión en el espejo de sus propios ojos.

Es claro que a medida que el problema empezó a estudiarse con mayor profundidad y los modelos de patrones a seguir fueron cambiando, la anorexia y bulimia dentro de las categorías de desórdenes alimenticios se han convertido en una amenaza que ataca a las mujeres por su lado más vulnerable.

Creo que no hay tarea más difícil que la de construir la seguridad interior de un ser humano, y en la mujer ese vano compromiso de belleza ante la sociedad la convierte en una víctima de las tendencias del mercado, de prototipos inverosímiles.
Aceptarnos como somos es un trabajo al que no debemos renunciar ningún día, mirarnos delante del espejo como seres únicos, especiales, talentosos y maravillosos es un compromiso que no podemos dejar en manos de otros que construyen imágenes artificiales para vender un producto imposible de adquirir pero que parecemos estar dispuestos a pagar a cualquier precio.



La belleza de una mujer se percibe en el tamaño de su sonrisa y no en el de su talla, la cual eventualmente irá dejando espléndidas arrugas que pondrán en evidencia con cuánta frecuencia brinda ese don de darse a sí misma a través de ese gesto, que siempre va acompañado de una luz en su rostro, en su mirada, lo cual no se pierde por el paso de los años, ni por el tamaño de su cintura.



8 mar 2009

Fracciones de Instantes

Se define como tiempo pretérito imperfecto a la conjugación hubiera del verbo haber. Es un tiempo inexistente provocado por la absurda idea de nuestra necesidad de cambiar algún evento, alguna situación, algún instante que modificó significativamente nuestra vida. Ese hubiera que repica en nuestra mente, cuestionante e insistente que simplemente no existe. Sin embargo nos empeñamos en encontrar el preciso punto en el tiempo, en el cual alguna omisión, decisión, palabra o suceso que hubiera sido diferente, podría cambiar nuestra realidad. Una fracción de instante que retuviera una palabra, nos desviara de algún camino, cambiara alguna decisión o nos hubiera orillado a atrevernos...
Es tan complicado como la paradoja del tiempo y aún así nos enfrascamos dándole vueltas a un círculo vicioso sin lograr ir adelante, pretendiendo conseguir una respuesta a: ¿qué hubiera pasado si ...?

Un buen ejemplo a citar es cuando en algunas películas , sin importar cuántas veces las haya visto, llega el momento del hubiera , en el que no puedo evitar el deseo de cambiar la escena, completamente absurdo pero así es.

En "Imperio del Sol" cuando el pequeño Christian Bale me robó el corazón por primera vez, la escena en que corriendo en medio de la multitud se suelta de la mano de su madre para regresar a recoger el pequeño avioncito que cae de sus manos, provocando así el inicio de un cautiverio insoportable incluso para algunos adultos en medio de la segunda guerra mundial, una experiencia solitaria y prácticamente inimaginable para un niño en tales circunstancias.





En "Pide al tiempo que vuelva" (Somewhere in Time), el nefasto momento en que Christopher Reeve, Richard, delante de su amada dama Elise, Jane Seymour, descubre en su bolsillo el único objeto capaz de hacerle regresar al presente instantáneamente en el tiempo, alejándole así de su gran amor.




Ya al final de "Como agua para chocolate" cuando Pedro no puede con tanto amor y después de un al fin perfecto momento de pasión esperado por toda una vida muere ante los ojos de Tita su eterna amante.






O cuando Oscar Schindler -interpretado por Liam Neeson, y cuya actuación le valió una nominación al Oscar en 1994- se da cuenta que las pertenencias con las que aún cuenta podrían haber salvado más vidas.




Cada uno de estos hubieras cinematográficos implican pérdidas, dolor,invariables consecuencias,resistencia, iguales a los hubieras enfrentados en nuestra película personal.

Sin embargo ningún trabajo de edición es capaz de cambiarlos.

Hay conjugaciones inútiles para fines prácticos y reales, el hubiera sólo existe en el mundo de la fantasía en donde puedo escribir miles de hubieras a mi antojo, construir y reconstruir historias. Un verdadero lujo el de la escritura que me ayuda a desfogar la creación de un tiempo inexistente, pero es allí donde he decidido que el hubiera debe permanecer, porque en el mundo real no quiero volver a preguntarme ¿qué hubiera pasado si...?

La pregunta debe ser de ahora en adelante ¿qué hay por hacer? Y la lista es interminable, también los errores cometidos una y otra vez, pero sin más hubieras, al fin habré de aprender.

24 feb 2009

A falta de post

Estimado Caballero:

Lamento no haber cumplido mi promesa, eso de cumplir sueños a veces resulta un poco demandante aunque increíblemente gratificante.
Sin embargo mientras publico el siguiente post, le dejo una hermosísima melodía que vino a mi mente cuando pensé en algo digno del gusto de un "Caballero", además presenta bellas secuencias de una excelente película que ví hace años: "El Piano".


11 feb 2009

It always comes as a surprise

Just in the mood for listening and dreaming of dreaming about a dream come true.

It always comes as a surprise

I can't be cool
Or nonchalant
Call me an impulsive fool
You're all I want
You may be right
It's too much too soon
To talk of love all night
In your bedroom

I don't know why
It always comes as a surprise
To find
I'm here with you
You smile
And I am rubbing my eyes
At a dream come true

I won't play games
Or waste your time
But I wont feel ashamed
To speak my mind
So just relax
Dont question why
For calculated facts
Will not apply

I don't know why
It always comes as a surprise
To find
I'm here with you
You smile
And I am rubbing my eyes
At a dream come true

In my life
There've been few
Who've affected me
The way you do
(you do you do)

I'll tell no lies
I won't pretend
But if you've a broken heart
I'll help it mend

I don't know why
It always comes as a surprise
To find
I'm here with you
You smile
And I am rubbing my eyes
At a dream come true

Smile
And I am rubbing my eyes
At a dream come true


It always comes as a surprise

9 feb 2009

Se regalan abrazos


Según Freud la represión es la base de la cultura. Y me parece que nada puede ser más contundentemente cierto.
A todos se nos enseña a reprimir nuestros pensamientos, ideas y sentimientos desde niños, porque puede ser de "mal gusto" expresarlos, y cuando el daño ya está hecho y crecemos volcando hacia dentro toda esa represión, la tarea de la terapia será explorar qué deseo, sentimiento o vivencia reprimida nos está ocasionando tal afectación o malestar.
Nos acostumbramos a no decir lo que pensamos, y mucho menos lo que sentimos, nos volvemos islas, rodeadas de un mar suficientemente distante para nuestro confort o seguridad. Es mejor no decir cuánto necesitamos de algo o alguien porque corremos el riesgo de dejar de ser indepedientes,¿pero habrá alguien que realmente lo sea del todo?
Otra parte de la condición humana es su necesidad de relacionarse para satisfacer todo tipo de necesidades, pero hay una muy importante que no se compra en las tiendas ni se satisface con un buen plato de comida, la necesidad afectiva. La que vivimos reprimiendo constantemente, porque alguna decepción nos ha marcado y el pavor de no sentirnos correspondidos nos mantiene alejados.
Nos da miedo dar más por recibir menos, y continuamos acumulando hasta que llega un momento en el que toda esa necesidad reprimida se ve colapsada.
La simple idea de seguir depositando en un contenedor que no posee más capacidad es inverosímil, cuando ya no nos cabe más represión, tal vez sea mejor empezar a repartir.

Recientemente escuché el consejo de una de esas "gurús" de los medios, invitando a mostrarle nuestro cariño o agradecimiento a alguien que lo mereciera. No era importante la ocasión, ni la fecha, sólo manifestarnos en palabras.
La idea me pareció muy interesante, aún más cuando entendí la importancia del contacto humano, el que se palpa, el que se consigue con un fuerte abrazo. Comprendí que esas notas de agradecimiento o cariño son abrazos con palabras, y al enviarlas sé que alguien recibirá un abrazo y tal vez con un poco de suerte yo lo reciba de vuelta.

Un abrazo me parece una imagen perfecta de contrarrestar la represión afectiva.
Así que hoy amigos míos, les mando abrazos a todos: con palabras, a través de la red o si los veo por allí seguramente recibirán un buen abrazo con el ritmo y movimiento que un auténtico abrazo merece.

ABBRACCIAMI - NEK

1 feb 2009

Momentos de verdad

"Cerrar círculos" en las palabras de Paulo Coelho parece una idea absolutamente inevitable para continuar nuestra vida,pensamientos llenos de sentido y verdad que impulsan un fuerte argumento enfocado a una nueva actitud, en medio de un mundo que se transforma constantemente a una velocidad que nos impide tomar un respiro para poder asimilar todos los cambios que estamos enfrentando.
Dice Coelho: "Un proceso de aprender a desprenderse" sin embargo la resistencia al cambio es una condición inherente al ser humano que ha sido educado con hábitos y costumbres, se nos invita a romper con el pasado cuando lo que hemos aprendido nos ha tomado años y nos ha dejado apegos. Y qué decir de las costumbres que nos acompañan desde la infancia, o las herencias de patrones sociales, ¿cómo podemos despojarnos de ellas para cerrar los círculos?
La repetición de una actividad diaria por un periodo mayor a treinta días ayuda a sentar las bases para un nuevo hábito, y si debemos romper con él, ¿cuántos días debemos ejercer su no repetición para dejarlo atrás?, y qué peligroso entonces adquirir nuevos hábitos que pueden formar parte de nuestra vida.
Son tantos los cambios a los que estamos expuestos, la crisis económica mundial nos hace lidiar con un cambio en nuestro estilo de vida, perder el trabajo, perder el status social, aceptar, ajustarse y cambiar.
Una avalancha de divorcios que pareciera un tema generacional, replantea las bases de la familia que se basan en el matrimonio, una crisis en las relaciones humanas de por sí complicadas, perder la pareja, perder la estabilidad emocional, aceptar, ajustarse y cambiar.
Al final lo difícil es saber qué es lo que nos retiene en un espacio del tiempo ubicado en nuestra vida, será el sentido de pertenencia, la pura costumbre o el temor de conquistar nuevos retos por mantenernos asidos a una aparente estabilidad.
Queremos dejar puertas abiertas siempre porque es difícil cerrarlas por completo, aunque tal vez tapiar el hueco de una que se cierra definitivamente será la única posibilidad de abrir otra entrada o salida, a una nueva oportunidad.
Pero es cierto, cargar un equipaje tan pesado no permite viajar más lejos, es mejor tomar lo que viene como es, sin expectativas ni condiciones, sin compromisos, "sin apegos", desprendiéndonos fácilmente de lo que se queda atrás... Pero no será esa falta de compromiso la que provoca rupturas, o esa falta de apego la que genera situaciones en las que hasta la estructura de una organización se debilite por falta de valores morales.


Don´t believe in love - Dido



Sí, hay daños colaterales, efectos secundarios o como cada quien decida llamarles, después de cerrar círculos; ¿será por eso que nos cuesta tanto trabajo hacerlo? Para los escritores, grupo en el que me incluyo humildemente como "artesana de las letras", leí en algún sitio que esa incapacidad de cerrar círculos es la fuente de creatividad que aflora en palabras infinitas cargadas de recuerdos y sentimientos relacionados con el pasado.
O bien tal vez el hecho de no cerrar círculos facilmente atiende a lo que ya dije antes: La condición inherente al ser humano de resistirse al cambio.

Habrá que aprender entonces a crearnos una nueva actitud y mediar la situación porque claro está que es necesario, dejar atrás lo que no nos sirve o hace daño y tal vez viajar más ligero, aceptar los cambios que se presentan ya sea voluntaria o involuntariamente, asumir decisiones e implicaciones y un camino hacia delante, difícil idea la de convertirnos en individuos que logran construir y destruir apegos a voluntad. Aunque al llegar los momentos de verdad que marcan nuestro camino no habrá otra opción.

Walking Away - Craig David & Nek

18 ene 2009

Horas de Fiesta

Hay diferentes momentos en la vida, horas para pensar y reflexionar, horas de brillo y felicidad, instantes de profundo dolor o intensa dicha, pero hay otras que son simplemente horas de fiesta...

"Horas de fiesta"

-¿En dónde es la fiesta? –Pregunta ansioso Daniel, por tercera ocasión.
Con toda paciencia, Ana le responde por cuarta vez -En casa de Laura. Debes poner atención.
-Está bien –dice Daniel frunciendo el ceño.
-Observa por dónde vamos, es muy bueno orientarse. Disfruta del recorrido ¡mira que bonitos edificios!, -agrega Ana, mientras conduce en medio de una transitada avenida de la ciudad, con una optimista sonrisa dibujada en el rostro.
-Son muchas calles para recordar –replica él con cierto enojo.
-No si pones atención –insiste ella.
-¡Esto no me gusta! Ni siquiera alcanzo a leer todos los nombres -afirma Daniel ahora en tono de protesta -¡manejar es divertido! Eso quisiera hacer.
-Ya sabes que no puedes. Empieza por fijarte en las calles y si un día de éstos te dejo manejar, podrás regresar a casa sin problemas. –Argumenta Ana en un tono conciliador.
El tiempo pasa más lento, con las mismas preguntas, el calor y tantos autos.
A Daniel le agradan las visitas a casa de Laura y aunque no pasó mucho tiempo le parece una eternidad desde la última vez que estuvo allí. El gusto que siente, lo obliga a preguntar nuevamente. -¿En dónde es la fiesta?
-¿Otra vez Daniel? Me preguntaste hace diez minutos, ya te dije que pongas atención.
-¡No es cierto! Si no quieres contestarme no lo hagas, pero no te enojes conmigo –señala decepcionado. Porque él en verdad no recuerda lo que le preguntó a Ana, está distraído con sus pensamientos.
Daniel se entretiene en la reunión, pero después de una o dos horas, mientras Ana descansa de las repetidas preguntas y disfruta de una conversación entre adultos, se acerca a ella y de manera insistente le pide volver a casa. -¡Quiero irme!
-Espera un poquito, estoy platicando.
-Llevamos mucho tiempo aquí, ¡vámonos ya!
-Aún no Daniel, llegamos hace una hora, fue largo el camino pero...
-¡No quiero estar aquí! -Interrumpe Daniel caprichosamente.
Con una voz enérgica Ana le advierte -¡Nos quedaremos aquí una hora más y después nos vamos!
Daniel aprieta los labios y muy enojado se sienta en el sillón, lejos de la mesa en donde los demás terminan de comer el pastel que Ana preparó.
-¿No quieres una rebanada? ¡Es tu favorito! -Insiste Ana con ánimo de aliviar el capricho. Pero Daniel no se toma la molestia de contestar, ahora observa a todas esas personas con las que Ana está hablando y aunque algunas le resultan conocidas, sólo tiene interés en volver a casa.
Es mejor cerrar los ojos por un momento, está cansado y quizá pueda dormir, así la espera le resultará menos desagradable.
Ha pasado otra hora y fue un alivio para Ana porque necesitaba desahogarse. Todos le dieron consejos y trataron de consolarla pero nadie pudo entender lo que ella siente. Su vida cambió desde que perdió a su compañero, fueron muchos años y la soledad es difícil, aún compartida.
Ella busca un modo de salir adelante pero a veces con la tristeza, la paciencia no es su mayor virtud y Daniel logra ponerla a prueba constantemente. Para él tampoco ha sido fácil, su mundo se escapa de la realidad pero hay momentos en los que sí logra reconocer el dolor de su pérdida. Él se refugia en todos los objetos que integran su entorno diario, dentro de ese espacio se siente seguro.
Ella en cambio quiere escapar, procura hacer contacto con los demás para que le ayuden a encontrar fuerza y soluciones, pero Daniel la arrastra siempre al mismo sitio, de vuelta a casa.
Un fuerte ruido se escucha afuera, los niños que juegan con una pelota en el patio, rompen una ventana, Daniel se despierta en un sobresalto, sus ojos denotan gran inquietud, ve alrededor y no logra encontrar a Ana.
Al salir todos a cerciorarse que los chicos están bien, nadie se da cuenta de la expresión de Daniel, está perdido, desde su sillón trata de reconocer algo o a alguien pero en este momento no es capaz.
Por fin Laura se acerca y le dice -¿Qué te pasa? -Daniel no contesta, no escucha, en este momento no puede reconocer a Laura, sólo confía en su mirada con la que continúa recorriendo la amplia estancia, su corazón late fuerte, angustiado.
-¿Estás buscando a mi mamá? -Le pregunta Laura. Tales palabras logran que Daniel la observe sorprendido.
-¿Dónde está Ana? -Pregunta Daniel casi a punto de llorar, de pronto su rostro se ilumina al verla entrar en la sala como en una mágica aparición, exhala profundo recuperándose finalmente.
Ella percibe su inquietud y se apresura a decirle con una voz consoladora -Aquí estoy mi amor ¿ya te quieres ir, verdad?
-Sí, vámonos a casa –responde más tranquilo.
Laura le dice -¿Estuviste contento papá?
Daniel desorientado, desvía su mirada interrogante hacia Ana. Ella le repite por séptima ocasión -Es Laura, nuestra hija ¿no te acuerdas?
-¿Sí? -Contesta titubeante, perfilando un gesto condescendiente en su rostro.
Ana es quien posee la memoria que él ha perdido, la herencia en vida de su mayor legado, una carga a veces demasiado pesada para ella.
Ana y Daniel suben al auto que hace poco tiempo él todavía conducía, los hijos y los nietos agitan sus manos despidiéndose ante la aliviada y gentil cara del abuelo que no reconoce a la mayoría.
Ana arranca y conduce hacia el lugar en donde Daniel se siente seguro, la casa que vio crecer a sus hijos y jugar a sus nietos.
Ahora hay menos autos en la calle, no será tan largo el regreso.
-¿En dónde es la fiesta? –Pregunta emocionado.
-La fiesta ya pasó Daniel, ahora vamos de regreso a casa. –Contesta Ana paciente. Una lágrima se escapa de su voluntad.
-¿A casa? ¡Qué bien! -Concluye sonriente y satisfecho.
-Sí mi amor, a nuestra casa.


Susana Silva
Enero 2008

Para Ana y Daniel con todo mi amor.

"Fly me to the moon" - Frank Sinatra

7 ene 2009

Ánimo Ecléctico



La palabra ecléctico me gusta, cómo suena y lo que significa. Una connotación filosófica en la corriente del eclecticismo, también así se conoce un estilo arquitectónico cuyas construcciones no escapan a la mirada inquieta de quien los descubre; como estilo decorativo suele demostrar más carácter delante de los apegados a la línea que los define.
El ecléctico se permite tomar un poco de cada idea con el fin de crear un todo diferente.





El término eclecticismo del griego eklegein, «escoger» per se, implica opciones y alternativas. Una actitud abierta, más allá de la simple aceptación de diversidad, se compromete con una incorporación de la misma dentro de un mundo que presenta parámetros diversos preestablecidos, pautas lineales a seguir, caminos que se vuelven más interesantes a partir de la ruptura de esquemas, dando lugar al descubrimiento de un revival interior cargado de una nueva dimensión dentro del mismo ser ahora dotado de un significado: ecléctico.

¿De dónde me llegó lo ecléctico hoy? De Tantra Tribe, una propuesta distinta y cautivadora para mí en cuanto a música ecléctica. La mezcla de distintos elementos da lugar a un concepto poco convencional, cánticos árabes y contemporáneos fusionados con instrumentos que atesoran una identidad cultural propia.



Esta visión ecléctica es el toque de cardamomo que me sembró hoy las ganas de buscar un escenario distinto para continuar. Un inicio de año me parece increíblemente conveniente para ponerse a tono ecléctico, las alternativas flotan dispersas y lo único que hace falta es elegirlas y asumirlas. Se me antojan tantas, es bueno tener la libertad de ... Ser ecléctico.

El depositar en un cilindro los pedacitos de colores intensos recolectados en diferentes espacios y tiempos, puede convertirse en un caleidoscopio ecléctico de vida.