De acuerdo al Diccionario de la RAE: "Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales" es la definición de Sinergia.
Una palabra que siempre ha sido interesante para mí, y en la que creo como un enfoque de esfuerzo en conjunto que no es la simple resultante de una sumatoria sino de una operación exponencial.
Recientemente tuve el honor de recibir la invitación a través de un grato email, para participar en una reunión en el Centro de lectura de la Condesa. Desde ese primer contacto cuando el anfitrión del Círculo de Lectura me comentaba que mi novela había sido la más leída por sus integrantes, pude percibir una oleada de energía que amenazaba con crecer de manera exponencial.
Los que me conocen saben ya de mi historia en el medio y mundo editorial, sin embargo insistiré en recordarles que mi camino es muy corto y la única novela que he escrito hasta ahora es "Café Toscana", y cada vez que un lector hace contacto conmigo y me comparte las emociones experimentadas a través de su lectura, se produce sinergia.
Sinergia porque la producción de esa obra repercute de manera positiva en alguien más que logra rescatar sus sueños y sinergia porque al regresar a mí la emoción sigue creciendo y alimentando mi fuente de creatividad, sinergia también porque en muchas de las ocasiones ese lector buscará recomendarla para seguir amplificando la cadena de sueños.
Después de asistir a la reunión el pasado 27 de marzo y compartir tan bellos testimonios de lectores emocionados y agradecidos, lo único que puedo decir nuevamente es que se creó sinergia en mi mundo.
Tener la posibilidad de tocar un instante de la vida de los demás es para un ser humano uno de los orgullos más grandes y ahora entiendo que como escritora es uno de los premios y reconocimientos más valiosos.
Ese encuentro me proporcionó una maravillosa recarga de energía, me inspiró en muchos sentidos, me permitió redefinir un nuevo objetivo para el blog de Café Toscana, me inyectó de creatividad, lo que me permitió llegar casi hasta el fin de mi nueva novela "Sonidos Bajo el agua", de la cual estoy definiendo ya los últimos detalles.
Además se me ocurrió establecer este nuevo diálogo, en el que cada historia que se publique en el blog de mi novela, tendrá una publicación paralela en este, mi blog personal, relatando algunos detalles no contenidos dentro del relato literario.
La historia de "El Mediador" surgió a partir de la idea de encontrar un nuevo objetivo que no sólo agradezca a los lectores consentidos de mi novela, sino de la magia que pude ver en el ambiente del Centro de lectura de La Condesa en aquella reunión.
A cada uno nos toca poner un granito de arena para hacer que este mundo sea mejor en muchos sentidos, y ese día me di cuenta de la labor tan importante y meritoria de Luis en ese grupo de lectura, su función no se limita a la acción de reclutar posibles lectores, sino que persigue algo más, proporcionar apoyo, entretenimiento, o tal vez el aliento que algún lector necesite. No es una labor fácil, requiere de mucha voluntad y además de tenacidad sin un sólido apoyo del
programa nacional PNSL porque sin entrar en más detalles, ya sabemos cómo funcionan las cosas en nuestro país, pero allí es donde vuelve a entrar el concepto de sinergia, la que Luis crea con su voluntad y gusto acompañado de sus libros y lectores, sin esperar nada a cambio más que la pura satisfacción personal que solo a él y a mí y a ti que me lees, si estás conquistando algún sueño, nos sabe a café con una pizca de cardamomo.
Muchas gracias a Luis y a todos los asistentes a la reunión, me llevé sus sonrisas, sus historias, sus abrazos y hasta el exquisito aroma a café, sorpresas y tesoros que guardo en el corazón.