Sólo se necesitan tres minutos para recordarte, tres minutos para olvidarte, tres minutos para dejar de quererte y no pensar más en ti. Sólo tres minutos me bastan para darme cuenta de todos los errores que cometí a tu lado, tres minutos en los que puedo reconstruir mis sueños borrándote de mi lado. En tres minutos dejaré de mirar al pasado y tres segundos me servirán para decirte que sólo me he engañado.
26 oct 2010
5 sep 2010
Un cuento sabor a café con cardamomo "Tutto di te" -Nek
Tomé un descanso en la plaza Walther Platz, eran las 5:00 y me merecía disfrutar un momento al lado de un espresso. El cielo envolvía la luz que le quedaba al día con nubes vaporosas.
Los pensamientos que estuvieron rondando mi mente desde hacía algún tiempo me invitaron a tomarme un café junto a mis sentimientos, tenía que tomar una decisión, sabía que debía alejarme de ti pero no podía, no quería.
Mientras escribía aquella carta que seguramente no notarías aguardándote en el cajón donde guardabas todos mis recuerdos, pude observar accidentalmente el inicio de una historia de amor. De una como tantas o como la nuestra, se veían tan enamorados y tan ansiosos uno del otro, igual que nosotros al principio. Al sentarse en la mesa que estaba a mi lado no puede evitar escuchar su conversación:
-Vorrei non fermarmi di baciarti, e farlo ore ed ore senza far rumore dentro un ascensore o magari qui davanti a un film, e sentire la tua mano che mi tocca piano piano fino ad arrivare a fare tanto amore quanto questo corpo mio ne ha.
Le decía él con pasión mientras ella sonreía y rozaba con delicadeza el torso de su mano con la yema de sus dedos. Me recordaron a nosotros cuando nos enamoramos y no podíamos dejar de pensar en acortar las distancias, creíamos que podríamos vencer cualquier obstáculo mientras nuestros sueños fueran los mismos.
Pero nuestra historia no fue diferente a las demás, en algún momento los sueños se disolvieron, empezaste por olvidarme un poco cada día y entonces me obligaste a hacer lo mismo, ¿te acuerdas cuando dijiste que ensayabas esa misma canción para cantármela a mí? Pero no me decías bambolina como en la canción, mi niña en cambio.Nunca lograste cantarla pero bastaba con la intención, te lo aseguro, la simple idea de intentarlo era suficiente.
-Vorrei non vederti mai soffrire,e voglio poter dire che la vita è bella.
Eso me decías tantas veces, nunca pensé que serías tú quien me haría sufrir ahora, no es tu culpa, es la vida y por eso decidí marcharme, pero no es nada fácil dejarte ir, aunque creo que tú ya me has dejado ir a mí.
Mientras escribo me doy cuenta de eso, que tal vez estas palabras no vas a leerlas porque estarás muy ocupado olvidándote de mí, imaginándote al lado de quién continué mi vida... sabes, sólo quería vivirla contigo pero parece que nuestro tiempo pasó, y no es que lo crea sino que tu indiferencia me hizo perder la esperanza.
Finalmente termino la nota: "amo e non ne posso fare a meno quindi tu sei tutto quello che io chiedo,
e del mondo fuori non mi importa e non esiste più, spero solo di non farmi male a forza di sognare, a forza di sognare, ma spero tanto in ogni tuo sorriso, in ogni tuo respiro insomma tutto di te."
Creo que pasará algún tiempo antes de que notes que intenté quedarme, pero no tuve más remedio que irme, no sé si existe nuestro futuro sólo sé que quisiera que existiera.
Firmo al pie de la nota: Insomma amo tutto di te
Los pensamientos que estuvieron rondando mi mente desde hacía algún tiempo me invitaron a tomarme un café junto a mis sentimientos, tenía que tomar una decisión, sabía que debía alejarme de ti pero no podía, no quería.
Mientras escribía aquella carta que seguramente no notarías aguardándote en el cajón donde guardabas todos mis recuerdos, pude observar accidentalmente el inicio de una historia de amor. De una como tantas o como la nuestra, se veían tan enamorados y tan ansiosos uno del otro, igual que nosotros al principio. Al sentarse en la mesa que estaba a mi lado no puede evitar escuchar su conversación:
-Vorrei non fermarmi di baciarti, e farlo ore ed ore senza far rumore dentro un ascensore o magari qui davanti a un film, e sentire la tua mano che mi tocca piano piano fino ad arrivare a fare tanto amore quanto questo corpo mio ne ha.
Le decía él con pasión mientras ella sonreía y rozaba con delicadeza el torso de su mano con la yema de sus dedos. Me recordaron a nosotros cuando nos enamoramos y no podíamos dejar de pensar en acortar las distancias, creíamos que podríamos vencer cualquier obstáculo mientras nuestros sueños fueran los mismos.
Pero nuestra historia no fue diferente a las demás, en algún momento los sueños se disolvieron, empezaste por olvidarme un poco cada día y entonces me obligaste a hacer lo mismo, ¿te acuerdas cuando dijiste que ensayabas esa misma canción para cantármela a mí? Pero no me decías bambolina como en la canción, mi niña en cambio.Nunca lograste cantarla pero bastaba con la intención, te lo aseguro, la simple idea de intentarlo era suficiente.
-Vorrei non vederti mai soffrire,e voglio poter dire che la vita è bella.
Eso me decías tantas veces, nunca pensé que serías tú quien me haría sufrir ahora, no es tu culpa, es la vida y por eso decidí marcharme, pero no es nada fácil dejarte ir, aunque creo que tú ya me has dejado ir a mí.
Mientras escribo me doy cuenta de eso, que tal vez estas palabras no vas a leerlas porque estarás muy ocupado olvidándote de mí, imaginándote al lado de quién continué mi vida... sabes, sólo quería vivirla contigo pero parece que nuestro tiempo pasó, y no es que lo crea sino que tu indiferencia me hizo perder la esperanza.
Finalmente termino la nota: "amo e non ne posso fare a meno quindi tu sei tutto quello che io chiedo,
e del mondo fuori non mi importa e non esiste più, spero solo di non farmi male a forza di sognare, a forza di sognare, ma spero tanto in ogni tuo sorriso, in ogni tuo respiro insomma tutto di te."
Creo que pasará algún tiempo antes de que notes que intenté quedarme, pero no tuve más remedio que irme, no sé si existe nuestro futuro sólo sé que quisiera que existiera.
Firmo al pie de la nota: Insomma amo tutto di te
TUTTO DI TE - NEK
8 ago 2010
Un corto con un gran mensaje
La edición de este corto fue desarrollada por mi sobrino Daniel, me siento orgullosa de su talento y potencial, es un joven muy especial.
El mensaje en este corto es muy importante ya que uno de los riesgos mayores de la juventud es el sentimiento de "inmortalidad" que sólo el vigor de los veintes nos obsequia.
Una edad llena de retos que parecen fáciles de comprar, superar límites de velocidad, alcohol, desenfrenarse para alimentar la producción de adrenalina y darle la espalda a los
problemas.
Un instante puede cambiarlo todo...
El mensaje en este corto es muy importante ya que uno de los riesgos mayores de la juventud es el sentimiento de "inmortalidad" que sólo el vigor de los veintes nos obsequia.
Una edad llena de retos que parecen fáciles de comprar, superar límites de velocidad, alcohol, desenfrenarse para alimentar la producción de adrenalina y darle la espalda a los
problemas.
Un instante puede cambiarlo todo...
20 jul 2010
Paraíso (Fonseca) Paraiso Travel
Esta canción es el tema de la película que lleva el mismo nombre, me gusta mucho porque me recuerda momentos especiales al lado de alguien especial.
7 may 2010
Los sueños regresivos
Hace algunos años la inquietud de llevar a cabo un proyecto del establecimiento de una Cafetería me acercó a exposiciones y eventos que me orientaron en la materia.
Mi gusto por un buen espresso y el concepto de entregarlo como toda una experiencia al cliente, me fue empujando hacia la cristalización de tal idea, luego recopilando información de proveedores, alternativas de café de excelencia a diferentes presupuestos, mobiliario y posibles ubicaciones, llegué a una conclusión poco estimulante, no tenía la inversión que estimaba necesaria para arrancar el proyecto.
Además los tiempos desde la perspectiva económica no estaban para apostar todos los huevos en una sola canasta, en aquel momento de mi presente decidí abandonar toda intención.
Sin embargo los sueños que uno deja atrás son los mismos que con el paso del tiempo crecen y se nos enfrentan al paso, los imagino como círculos regresivos que nos arrastran a su órbita provistos de la energía y recursos que se acumulan en nuestra voluntad.
Me gusta conferirle a los sueños las mismas cualidades de conservación que a la materia ante las reacciones, no se crean ni destruyen sólo se transforman. Mi proyecto de Café con el tiempo se transformó en un Café Toscana descrito a detalle en su decoración, funcionamiento y puesta en marcha, sólo que de manera virtual a través de las palabras que construyeron una trama que me ha regalado el título de escritora, contadora de historias y uno que en particular me agrada: “artesana de las palabras”.
Debo reconocer que la órbita impulsada por la energía que un nuevo despertar ha provocado en los últimos tiempos en mi vida, se me presenta de nuevo como una regresión, como una aventura increíble que ignoro si podrá ser cumplida, pero como ya se sabe, a veces es más emocionante el camino andado que el destino final.
La inquietud surge de nuevo después de haber compartido unas líneas con Roberto, otro lector que me transmitió vía electrónica la experiencia que produjo en él una visita en mi Café Toscana:
“He leído su fascinante libro de "Café Toscana" y de verdad me ha gustado, la felicito, me hizo recordar pasajes de un proyecto similar que llevé a cabo hace 5 años y reviví con su libro momentos de alegría y de sueño otra vez. Me gustaría visitar su café, ¿podría darme la dirección?”
No es la primera vez que alguien me pregunta la ubicación del Toscana, ¿será que no dista mucho de convertirse en realidad?
A partir de un intercambio epistolar, conocí la historia del proyecto que Roberto vivió, con mayor detalle , curioso que a él se le hayan removido los recuerdos de un “Le Grand Café” del pasado y a mí al leerle se me hayan removido los recuerdos de un “Café Toscana” del futuro.
Mi gusto por un buen espresso y el concepto de entregarlo como toda una experiencia al cliente, me fue empujando hacia la cristalización de tal idea, luego recopilando información de proveedores, alternativas de café de excelencia a diferentes presupuestos, mobiliario y posibles ubicaciones, llegué a una conclusión poco estimulante, no tenía la inversión que estimaba necesaria para arrancar el proyecto.
Además los tiempos desde la perspectiva económica no estaban para apostar todos los huevos en una sola canasta, en aquel momento de mi presente decidí abandonar toda intención.
Sin embargo los sueños que uno deja atrás son los mismos que con el paso del tiempo crecen y se nos enfrentan al paso, los imagino como círculos regresivos que nos arrastran a su órbita provistos de la energía y recursos que se acumulan en nuestra voluntad.
Me gusta conferirle a los sueños las mismas cualidades de conservación que a la materia ante las reacciones, no se crean ni destruyen sólo se transforman. Mi proyecto de Café con el tiempo se transformó en un Café Toscana descrito a detalle en su decoración, funcionamiento y puesta en marcha, sólo que de manera virtual a través de las palabras que construyeron una trama que me ha regalado el título de escritora, contadora de historias y uno que en particular me agrada: “artesana de las palabras”.
Debo reconocer que la órbita impulsada por la energía que un nuevo despertar ha provocado en los últimos tiempos en mi vida, se me presenta de nuevo como una regresión, como una aventura increíble que ignoro si podrá ser cumplida, pero como ya se sabe, a veces es más emocionante el camino andado que el destino final.
La inquietud surge de nuevo después de haber compartido unas líneas con Roberto, otro lector que me transmitió vía electrónica la experiencia que produjo en él una visita en mi Café Toscana:
“He leído su fascinante libro de "Café Toscana" y de verdad me ha gustado, la felicito, me hizo recordar pasajes de un proyecto similar que llevé a cabo hace 5 años y reviví con su libro momentos de alegría y de sueño otra vez. Me gustaría visitar su café, ¿podría darme la dirección?”
No es la primera vez que alguien me pregunta la ubicación del Toscana, ¿será que no dista mucho de convertirse en realidad?
A partir de un intercambio epistolar, conocí la historia del proyecto que Roberto vivió, con mayor detalle , curioso que a él se le hayan removido los recuerdos de un “Le Grand Café” del pasado y a mí al leerle se me hayan removido los recuerdos de un “Café Toscana” del futuro.
11 abr 2010
Sinergia
De acuerdo al Diccionario de la RAE: "Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales" es la definición de Sinergia.
Una palabra que siempre ha sido interesante para mí, y en la que creo como un enfoque de esfuerzo en conjunto que no es la simple resultante de una sumatoria sino de una operación exponencial.
Recientemente tuve el honor de recibir la invitación a través de un grato email, para participar en una reunión en el Centro de lectura de la Condesa. Desde ese primer contacto cuando el anfitrión del Círculo de Lectura me comentaba que mi novela había sido la más leída por sus integrantes, pude percibir una oleada de energía que amenazaba con crecer de manera exponencial.
Los que me conocen saben ya de mi historia en el medio y mundo editorial, sin embargo insistiré en recordarles que mi camino es muy corto y la única novela que he escrito hasta ahora es "Café Toscana", y cada vez que un lector hace contacto conmigo y me comparte las emociones experimentadas a través de su lectura, se produce sinergia.
Sinergia porque la producción de esa obra repercute de manera positiva en alguien más que logra rescatar sus sueños y sinergia porque al regresar a mí la emoción sigue creciendo y alimentando mi fuente de creatividad, sinergia también porque en muchas de las ocasiones ese lector buscará recomendarla para seguir amplificando la cadena de sueños.
Después de asistir a la reunión el pasado 27 de marzo y compartir tan bellos testimonios de lectores emocionados y agradecidos, lo único que puedo decir nuevamente es que se creó sinergia en mi mundo.
Tener la posibilidad de tocar un instante de la vida de los demás es para un ser humano uno de los orgullos más grandes y ahora entiendo que como escritora es uno de los premios y reconocimientos más valiosos.
Ese encuentro me proporcionó una maravillosa recarga de energía, me inspiró en muchos sentidos, me permitió redefinir un nuevo objetivo para el blog de Café Toscana, me inyectó de creatividad, lo que me permitió llegar casi hasta el fin de mi nueva novela "Sonidos Bajo el agua", de la cual estoy definiendo ya los últimos detalles.
Además se me ocurrió establecer este nuevo diálogo, en el que cada historia que se publique en el blog de mi novela, tendrá una publicación paralela en este, mi blog personal, relatando algunos detalles no contenidos dentro del relato literario.
La historia de "El Mediador" surgió a partir de la idea de encontrar un nuevo objetivo que no sólo agradezca a los lectores consentidos de mi novela, sino de la magia que pude ver en el ambiente del Centro de lectura de La Condesa en aquella reunión.
A cada uno nos toca poner un granito de arena para hacer que este mundo sea mejor en muchos sentidos, y ese día me di cuenta de la labor tan importante y meritoria de Luis en ese grupo de lectura, su función no se limita a la acción de reclutar posibles lectores, sino que persigue algo más, proporcionar apoyo, entretenimiento, o tal vez el aliento que algún lector necesite. No es una labor fácil, requiere de mucha voluntad y además de tenacidad sin un sólido apoyo del
programa nacional PNSL porque sin entrar en más detalles, ya sabemos cómo funcionan las cosas en nuestro país, pero allí es donde vuelve a entrar el concepto de sinergia, la que Luis crea con su voluntad y gusto acompañado de sus libros y lectores, sin esperar nada a cambio más que la pura satisfacción personal que solo a él y a mí y a ti que me lees, si estás conquistando algún sueño, nos sabe a café con una pizca de cardamomo.
Muchas gracias a Luis y a todos los asistentes a la reunión, me llevé sus sonrisas, sus historias, sus abrazos y hasta el exquisito aroma a café, sorpresas y tesoros que guardo en el corazón.
Una palabra que siempre ha sido interesante para mí, y en la que creo como un enfoque de esfuerzo en conjunto que no es la simple resultante de una sumatoria sino de una operación exponencial.
Recientemente tuve el honor de recibir la invitación a través de un grato email, para participar en una reunión en el Centro de lectura de la Condesa. Desde ese primer contacto cuando el anfitrión del Círculo de Lectura me comentaba que mi novela había sido la más leída por sus integrantes, pude percibir una oleada de energía que amenazaba con crecer de manera exponencial.
Los que me conocen saben ya de mi historia en el medio y mundo editorial, sin embargo insistiré en recordarles que mi camino es muy corto y la única novela que he escrito hasta ahora es "Café Toscana", y cada vez que un lector hace contacto conmigo y me comparte las emociones experimentadas a través de su lectura, se produce sinergia.
Sinergia porque la producción de esa obra repercute de manera positiva en alguien más que logra rescatar sus sueños y sinergia porque al regresar a mí la emoción sigue creciendo y alimentando mi fuente de creatividad, sinergia también porque en muchas de las ocasiones ese lector buscará recomendarla para seguir amplificando la cadena de sueños.
Después de asistir a la reunión el pasado 27 de marzo y compartir tan bellos testimonios de lectores emocionados y agradecidos, lo único que puedo decir nuevamente es que se creó sinergia en mi mundo.
Tener la posibilidad de tocar un instante de la vida de los demás es para un ser humano uno de los orgullos más grandes y ahora entiendo que como escritora es uno de los premios y reconocimientos más valiosos.
Ese encuentro me proporcionó una maravillosa recarga de energía, me inspiró en muchos sentidos, me permitió redefinir un nuevo objetivo para el blog de Café Toscana, me inyectó de creatividad, lo que me permitió llegar casi hasta el fin de mi nueva novela "Sonidos Bajo el agua", de la cual estoy definiendo ya los últimos detalles.
Además se me ocurrió establecer este nuevo diálogo, en el que cada historia que se publique en el blog de mi novela, tendrá una publicación paralela en este, mi blog personal, relatando algunos detalles no contenidos dentro del relato literario.
La historia de "El Mediador" surgió a partir de la idea de encontrar un nuevo objetivo que no sólo agradezca a los lectores consentidos de mi novela, sino de la magia que pude ver en el ambiente del Centro de lectura de La Condesa en aquella reunión.
A cada uno nos toca poner un granito de arena para hacer que este mundo sea mejor en muchos sentidos, y ese día me di cuenta de la labor tan importante y meritoria de Luis en ese grupo de lectura, su función no se limita a la acción de reclutar posibles lectores, sino que persigue algo más, proporcionar apoyo, entretenimiento, o tal vez el aliento que algún lector necesite. No es una labor fácil, requiere de mucha voluntad y además de tenacidad sin un sólido apoyo del
programa nacional PNSL porque sin entrar en más detalles, ya sabemos cómo funcionan las cosas en nuestro país, pero allí es donde vuelve a entrar el concepto de sinergia, la que Luis crea con su voluntad y gusto acompañado de sus libros y lectores, sin esperar nada a cambio más que la pura satisfacción personal que solo a él y a mí y a ti que me lees, si estás conquistando algún sueño, nos sabe a café con una pizca de cardamomo.
Muchas gracias a Luis y a todos los asistentes a la reunión, me llevé sus sonrisas, sus historias, sus abrazos y hasta el exquisito aroma a café, sorpresas y tesoros que guardo en el corazón.
13 mar 2010
Caminamos entre milagros.
Se define a un milagro como un "Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino". Mis conceptos sobre la religión se han modificado últimamente, no obstante, mi relación con Dios a partir de tal replanteamiento se ha visto beneficiada. Así como no creo que nuestro Dios sea capaz de castigarnos, tampoco creo que sea él quien nos recompense o provea de bienes en esta vida terrenal. En cuanto al origen divino de las cosas no hay discusión alguna en mi mesa de café, entiendo que este Ser maravilloso ha entregado los recursos al libre albedrío de los individuos en este plano y espacio.
Hace varias semanas publiqué el cómo de manera inexplicable me salvé de un terrible accidente automovilístico y en tal relato compartí mi creencia sobre los posibles actores alados que intervienen para evitarnos algún mal.
Sin embargo hay ocasiones en las que un grave accidente es inevitable, y también quizás en medio de esa delgada línea que mantiene a un ser vivo en condiciones críticas distante de la muerte, se encuentran los milagros.
El año pasado, en mi primera experiencia como docente, conocí a un joven del cual no podría olvidar ni su conversación ni su rostro, porque además de ser sincera y amable, se trataba de mi primer día de clases, aunque era claro que él no lo sabía, su cortesía y calidez me permitieron sentirme segura en un territorio que apenas intentaría conquistar.
Con una mirada inocente mostró su sorpresa cuando descubrí el origen de sus nombres, para una cinéfila como yo no pasarían desapercibidos el nombre de pila de Wells y el apellido de Marlon. Más adelante junto con sus demás compañeros, fui conociéndolo a través de diversos ensayos cuyo propósito era explorar su capacidad de comunicarse primero consigo mismo para luego poder lograrlo con los demás, un corazón generoso no encuentra obstáculos, a lo sumo un poco de pereza ocasionada por las distracciones típicas de la edad, pero el trabajo de entrar en contacto consigo mismo no fue difícil.
Como orgulloso testigo fui presenciando el desarrollo y crecimiento personal de aquel salón de clases. Pero hacia la mitad del curso escolar, hubo un día que se convirtió en un choque de sentimientos para mí, por un lado de satisfacción al ver el alto nivel de motivación que habían adquirido mis alumnos en sus exposiciones y por otro al enterarme del gravísimo accidente que había sufrido uno de ellos.
Las condiciones de mi alumno eran críticas, su cadera se fracturó por el impacto, sus costillas fragmentadas se incrustaron en órganos internos y debieron ser retiradas cuidadosamente en una cirugía,tras mostrar una leve mejoría después de pocos días del accidente la fiebre no cedió, entró en coma.
Enterarme de aquella situación me afectó profundamente, esa sonrisa estaba grabada en mi mente y las consecuencias de un estado de coma las conocía bien, pues habían sido parte de una investigación mía llevada a cabo para escribir una historia.
A lo largo de los siguientes días, desafiando los pronósticos logró despertar del coma, sus funciones estaban intactas simplemente no recordaba nada.
Su ausencia en el salón de clases se sentía de manera considerable, y a partir de que las esperanzas regresaron fuimos construyendo eslabones de noticias acerca de su estado y mejoría sostenida.
Finalmente logré hablar con él, y aunque su voz por obvias razones no poseía las cualidades que le caracterizaban revelando siempre un tono optimista, su congruencia en cambio demostraba un perfecto estado de salud mental.
No regresaría en el resto del semestre, y a decir verdad ante la necesaria terapia de rehabilitación no pensé que lo volvería a ver en menos de uno o dos años.
Hace un mes aproximadamente reinició el ciclo escolar, al que fui llamada nuevamente, y dos semanas después durante la proyección de una película por comentar en clase, alguien en el pasillo me observaba con la intención de que le atendiera.
La sorpresa fue increíble al encontrarme con mi querido Orson, lo recibí con un fuertísimo abrazo, de pie, sin que él debiera apoyarse en un bastón que había abandonado un par de días atrás, su voz dulce estaba nuevamente inyectada de esperanza y optimismo:
-Quería venir a agradecerle el libro que me envió, dijo con la misma sonrisa y calidez del primer día.
-No hay por qué agradecer, le contesté, sólo puedo decirte que estoy segura que hay algo muy importante para lo que estás destinado en esta vida mi querido Orson.
Abracé un milagro que algunos especialistas hubieran diagnosticado como insuperable, y fue una experiencia tan emotiva que no podía dejar de compartirla.
Caminamos entre milagros y maravillas inexplicables y a veces somos tan obstinados que sólo nos limitamos a ver los huecos que vacíos se quedan formando huellas y las marcas que se dibujan con nuestras cicatrices, no somos capaces de entender que las huellas trazan el mapa del camino andado, y las cicatrices se encargan de apretar bien los recuerdos, sanando sólo cuando han cerrado bien y dejado los incidentes o accidentes vividos en el pasado.
Estoy segura que para Orson cada una de esas cicatrices no es una marca, sino un tatuaje divino para señalar un propósito muy importante destinado al corazón de un joven excepcional.
Hace varias semanas publiqué el cómo de manera inexplicable me salvé de un terrible accidente automovilístico y en tal relato compartí mi creencia sobre los posibles actores alados que intervienen para evitarnos algún mal.
Sin embargo hay ocasiones en las que un grave accidente es inevitable, y también quizás en medio de esa delgada línea que mantiene a un ser vivo en condiciones críticas distante de la muerte, se encuentran los milagros.
El año pasado, en mi primera experiencia como docente, conocí a un joven del cual no podría olvidar ni su conversación ni su rostro, porque además de ser sincera y amable, se trataba de mi primer día de clases, aunque era claro que él no lo sabía, su cortesía y calidez me permitieron sentirme segura en un territorio que apenas intentaría conquistar.
Con una mirada inocente mostró su sorpresa cuando descubrí el origen de sus nombres, para una cinéfila como yo no pasarían desapercibidos el nombre de pila de Wells y el apellido de Marlon. Más adelante junto con sus demás compañeros, fui conociéndolo a través de diversos ensayos cuyo propósito era explorar su capacidad de comunicarse primero consigo mismo para luego poder lograrlo con los demás, un corazón generoso no encuentra obstáculos, a lo sumo un poco de pereza ocasionada por las distracciones típicas de la edad, pero el trabajo de entrar en contacto consigo mismo no fue difícil.
Como orgulloso testigo fui presenciando el desarrollo y crecimiento personal de aquel salón de clases. Pero hacia la mitad del curso escolar, hubo un día que se convirtió en un choque de sentimientos para mí, por un lado de satisfacción al ver el alto nivel de motivación que habían adquirido mis alumnos en sus exposiciones y por otro al enterarme del gravísimo accidente que había sufrido uno de ellos.
Las condiciones de mi alumno eran críticas, su cadera se fracturó por el impacto, sus costillas fragmentadas se incrustaron en órganos internos y debieron ser retiradas cuidadosamente en una cirugía,tras mostrar una leve mejoría después de pocos días del accidente la fiebre no cedió, entró en coma.
Enterarme de aquella situación me afectó profundamente, esa sonrisa estaba grabada en mi mente y las consecuencias de un estado de coma las conocía bien, pues habían sido parte de una investigación mía llevada a cabo para escribir una historia.
A lo largo de los siguientes días, desafiando los pronósticos logró despertar del coma, sus funciones estaban intactas simplemente no recordaba nada.
Su ausencia en el salón de clases se sentía de manera considerable, y a partir de que las esperanzas regresaron fuimos construyendo eslabones de noticias acerca de su estado y mejoría sostenida.
Finalmente logré hablar con él, y aunque su voz por obvias razones no poseía las cualidades que le caracterizaban revelando siempre un tono optimista, su congruencia en cambio demostraba un perfecto estado de salud mental.
No regresaría en el resto del semestre, y a decir verdad ante la necesaria terapia de rehabilitación no pensé que lo volvería a ver en menos de uno o dos años.
Hace un mes aproximadamente reinició el ciclo escolar, al que fui llamada nuevamente, y dos semanas después durante la proyección de una película por comentar en clase, alguien en el pasillo me observaba con la intención de que le atendiera.
La sorpresa fue increíble al encontrarme con mi querido Orson, lo recibí con un fuertísimo abrazo, de pie, sin que él debiera apoyarse en un bastón que había abandonado un par de días atrás, su voz dulce estaba nuevamente inyectada de esperanza y optimismo:
-Quería venir a agradecerle el libro que me envió, dijo con la misma sonrisa y calidez del primer día.
-No hay por qué agradecer, le contesté, sólo puedo decirte que estoy segura que hay algo muy importante para lo que estás destinado en esta vida mi querido Orson.
Abracé un milagro que algunos especialistas hubieran diagnosticado como insuperable, y fue una experiencia tan emotiva que no podía dejar de compartirla.
Caminamos entre milagros y maravillas inexplicables y a veces somos tan obstinados que sólo nos limitamos a ver los huecos que vacíos se quedan formando huellas y las marcas que se dibujan con nuestras cicatrices, no somos capaces de entender que las huellas trazan el mapa del camino andado, y las cicatrices se encargan de apretar bien los recuerdos, sanando sólo cuando han cerrado bien y dejado los incidentes o accidentes vividos en el pasado.
Estoy segura que para Orson cada una de esas cicatrices no es una marca, sino un tatuaje divino para señalar un propósito muy importante destinado al corazón de un joven excepcional.
17 feb 2010
La voz de tu recuerdo
Hoy de nuevo es día de acordarme que ya no estás, y no es que no me acuerde de ti los demás porque tu sonrisa es lo primero que veo cada mañana y lo último también cuando me voy a dormir. Tu dulce voz aún la tengo bien grabada en la memoria, se reproduce insistente haciendo un eco que me retumba hasta el alma. Y a veces parece que te dejas escuchar de otro modo, con la cajita de música que suena sólo a veces, recordándome aquel vals que silbabas también sólo a veces.
Me faltan tus caricias y la cercanía de tu presencia se me evapora con el paso de los días, ¡ay cómo te extraño! Y cómo quisiera que estuvieras aquí para repetirte otra vez y una vez más cuánto te quiero y cuánto te admiro.
Te voy a esperar en mis sueños para que caminemos de nuevo por la calle y bailemos sin que importe si alguien nos ve, para que me dejes jugar con tu cabello plateado y suave como nube y en tus bellísimos ojos verdes déjame encontrar reflejado el mar.
Ese día escuchaba esta canción, y ahora cada vez que la oigo me acuerdo:
"Dormi, ti guardo mentre sciogli la cima e ti allontani.
Sei dietro gli occhi stanchi,
ancora un passo e cadrai dal buio alla corrente,
poi l'acqua trasparente
dovunque arriverai in questa notte senza nuvole
lì mi troverai e forse ti vedrò sorridere.
Lacrime e fragole
il male è come il bene
sono due facce di una sola verità.
Ridere e piangere
tutto è possibile
con te dividere l'inferno e il paradiso.
Corri, ti muovi il cielo è vetro,
tu corri avanti io resto indietro
ma all'alba tornerai
in fondo un sogno non puoi perderti,
mi ritroverai e forse avremo i polsi liberi.
Lacrime e fragole,
alba contro il buio,
sei nel mio sangue e le mie vene scalderai.
Legarsi e sciogliersi,
fuggire e poi trovarsi
in un abbraccio che non è mai un addio, un addio.
Lacrime e fragole,
il male è come il bene.
Siamo due corpi di una sola anima,
ridere e piangere è comunque vivere
con te dividere l'inferno e il paradiso."
Me faltan tus caricias y la cercanía de tu presencia se me evapora con el paso de los días, ¡ay cómo te extraño! Y cómo quisiera que estuvieras aquí para repetirte otra vez y una vez más cuánto te quiero y cuánto te admiro.
Te voy a esperar en mis sueños para que caminemos de nuevo por la calle y bailemos sin que importe si alguien nos ve, para que me dejes jugar con tu cabello plateado y suave como nube y en tus bellísimos ojos verdes déjame encontrar reflejado el mar.
Ese día escuchaba esta canción, y ahora cada vez que la oigo me acuerdo:
"Dormi, ti guardo mentre sciogli la cima e ti allontani.
Sei dietro gli occhi stanchi,
ancora un passo e cadrai dal buio alla corrente,
poi l'acqua trasparente
dovunque arriverai in questa notte senza nuvole
lì mi troverai e forse ti vedrò sorridere.
Lacrime e fragole
il male è come il bene
sono due facce di una sola verità.
Ridere e piangere
tutto è possibile
con te dividere l'inferno e il paradiso.
Corri, ti muovi il cielo è vetro,
tu corri avanti io resto indietro
ma all'alba tornerai
in fondo un sogno non puoi perderti,
mi ritroverai e forse avremo i polsi liberi.
Lacrime e fragole,
alba contro il buio,
sei nel mio sangue e le mie vene scalderai.
Legarsi e sciogliersi,
fuggire e poi trovarsi
in un abbraccio che non è mai un addio, un addio.
Lacrime e fragole,
il male è come il bene.
Siamo due corpi di una sola anima,
ridere e piangere è comunque vivere
con te dividere l'inferno e il paradiso."
10 ene 2010
Unos segundos de diferencia
He escuchado muchas historia de ángeles que se acercan a ayudar a los mortales que vivimos en este mundo al margen de sus sutileza. Alguien un día me contó de la presencia de una luz cálida, lo que ella atribuyó a un ángel, y lo cual le permitió emerger de un terrible estado de depresión y soledad. Cuando escucho las historias que las personas me comparten, no acostumbro descartar sus argumentos aunque puedan sonar distantes de la realidad y en lugar de ello busco asumir su misma perspectiva para tratar de entender sus sentimientos con empatía, y en aquel caso a la vez con mucha curiosidad.
Es cierto que en algunos momentos difíciles me hubiera fascinado tener un encuentro similar, pero la verdad es que no fue así, hasta el día de ayer. El formato difiere de aquel resplandor sin embargo no del sentimiento de protección descrito por aquella persona.
Unos segundos y centímetros lograron hacer la diferencia entre continuar mi vida como había sido hasta ayer o lidiar con las consecuencias fatales de un grave accidente automovilístico.
Fueron unos segundos extra los que me retuvieron en la casa de mi madre, ya dispuesta en el carro y hasta que nos despedimos nuevamente. Luego al incorporarme a la avenida cuando mi habitual maniobra de buscar el carril para dar la vuelta hacia la derecha se demoró por la lluvia que momentos después ocasionó el accidente.
Unos metros más adelante ante el pavimento húmedo, llegué hasta un tramo de la avenida en el cual nunca he podido entender la causa por la que se originan tantos accidentes, existe un letrero para disminuir la velocidad el cual pocos respetan, aunque ante la tormenta no podía pasar desapercibido para mí.
El conductor que perdió el control delante de mí se deslizó inexplicablemente desde el carril de alta velocidad hasta el de baja dos carriles a la derecha, impactándose así contra una malla ciclónica que circunda el "Vaso de Cristo", un gran depósito regulador de aguas residuales que desembocan desde el río de los Remedios, e imagino que para no caer al fondo volvió a maniobrar con un volantazo hacia la izquierda lo cual hizo que su auto patinara como un trompo, que ante mi sorpresa aún a pesar de evadirlo al cambiar de carril y frenar a fondo seguía dirigiéndose hacia mi auto.
El auto amenazaba terminar su trayectoria al estrellarse de frente con el mío. De pronto así como pasa en las películas, en las que nos resistimos a creer tanta suerte, aquel auto se detuvo a centímetros del mío. Por la inercia de la acción de frenado no podía asegurar si había recibido algún impacto o simplemente se había sentido el efecto de frenado súbito.
Mis hijos estaban distraídos creo, porque no alcanzaron a dimensionar la magnitud del peligro al que estuvimos expuestos. Escuché solamente sus frases de preocupación por las personas que venían dentro de aquel vehículo que estuvo a punto de impactarse con nosotros.
Bajé con la lluvia tupida, me di cuenta que mi auto no tenía ningún daño, pude ver que las personas en el otro estaban desorientadas pero ninguna mostraba heridas y no podría asegurar si el conductor estaba ebrio pero sí me pareció que reaccionó de manera errática. Opté por subir de vuelta y conducir lentamente hasta mi casa.
Es curioso que la película que había un visto un rato antes "Seven Pounds" (Siete almas) con Will Smith, involucraba el hecho de un accidente en la trama y me impresionó mucho. También es muy curioso que mientras vi la película me pareció de reojo ver una sombra por la ventana, como la de un ave, pero de gran tamaño, que nadie más percibió y por ello no le di mucha importancia.
Son incidentes peculiares pero la verdad de las cosas es que mi vida pudo haber cambiado significativamente en ese incidente y todo lo sucedido ayer me hace reflexionar. Señales, coincidencias, ecos de situaciones que me remiten a la historia que estoy escribiendo y a punto de concluir desde hace tiempo, que se llama "Sonidos bajo el agua" en la que un accidente ocurre a consecuencia de la lluvia.
O tal vez no son ni señales ni coincidencias sino simplemente la sucesión de hechos que transcurren a lo largo de nuestra vida que sólo si buscamos "conectar los puntos"" recibirán una explicación lógica con el paso del tiempo.
Prefiero creer que hay alguien cuidándome, porque no es la primera vez que unos segundos o un momento me alejan de un destino distinto, pero esa es otra historia...
Por lo pronto me quedo con esta idea y con el compromiso de decir "GRACIAS" a mi ángel o ángeles, son muchas las razones que me siguen llevando a conectar los puntos.
Es cierto que en algunos momentos difíciles me hubiera fascinado tener un encuentro similar, pero la verdad es que no fue así, hasta el día de ayer. El formato difiere de aquel resplandor sin embargo no del sentimiento de protección descrito por aquella persona.
Unos segundos y centímetros lograron hacer la diferencia entre continuar mi vida como había sido hasta ayer o lidiar con las consecuencias fatales de un grave accidente automovilístico.
Fueron unos segundos extra los que me retuvieron en la casa de mi madre, ya dispuesta en el carro y hasta que nos despedimos nuevamente. Luego al incorporarme a la avenida cuando mi habitual maniobra de buscar el carril para dar la vuelta hacia la derecha se demoró por la lluvia que momentos después ocasionó el accidente.
Unos metros más adelante ante el pavimento húmedo, llegué hasta un tramo de la avenida en el cual nunca he podido entender la causa por la que se originan tantos accidentes, existe un letrero para disminuir la velocidad el cual pocos respetan, aunque ante la tormenta no podía pasar desapercibido para mí.
El conductor que perdió el control delante de mí se deslizó inexplicablemente desde el carril de alta velocidad hasta el de baja dos carriles a la derecha, impactándose así contra una malla ciclónica que circunda el "Vaso de Cristo", un gran depósito regulador de aguas residuales que desembocan desde el río de los Remedios, e imagino que para no caer al fondo volvió a maniobrar con un volantazo hacia la izquierda lo cual hizo que su auto patinara como un trompo, que ante mi sorpresa aún a pesar de evadirlo al cambiar de carril y frenar a fondo seguía dirigiéndose hacia mi auto.
El auto amenazaba terminar su trayectoria al estrellarse de frente con el mío. De pronto así como pasa en las películas, en las que nos resistimos a creer tanta suerte, aquel auto se detuvo a centímetros del mío. Por la inercia de la acción de frenado no podía asegurar si había recibido algún impacto o simplemente se había sentido el efecto de frenado súbito.
Mis hijos estaban distraídos creo, porque no alcanzaron a dimensionar la magnitud del peligro al que estuvimos expuestos. Escuché solamente sus frases de preocupación por las personas que venían dentro de aquel vehículo que estuvo a punto de impactarse con nosotros.
Bajé con la lluvia tupida, me di cuenta que mi auto no tenía ningún daño, pude ver que las personas en el otro estaban desorientadas pero ninguna mostraba heridas y no podría asegurar si el conductor estaba ebrio pero sí me pareció que reaccionó de manera errática. Opté por subir de vuelta y conducir lentamente hasta mi casa.
Es curioso que la película que había un visto un rato antes "Seven Pounds" (Siete almas) con Will Smith, involucraba el hecho de un accidente en la trama y me impresionó mucho. También es muy curioso que mientras vi la película me pareció de reojo ver una sombra por la ventana, como la de un ave, pero de gran tamaño, que nadie más percibió y por ello no le di mucha importancia.
Son incidentes peculiares pero la verdad de las cosas es que mi vida pudo haber cambiado significativamente en ese incidente y todo lo sucedido ayer me hace reflexionar. Señales, coincidencias, ecos de situaciones que me remiten a la historia que estoy escribiendo y a punto de concluir desde hace tiempo, que se llama "Sonidos bajo el agua" en la que un accidente ocurre a consecuencia de la lluvia.
O tal vez no son ni señales ni coincidencias sino simplemente la sucesión de hechos que transcurren a lo largo de nuestra vida que sólo si buscamos "conectar los puntos"" recibirán una explicación lógica con el paso del tiempo.
Prefiero creer que hay alguien cuidándome, porque no es la primera vez que unos segundos o un momento me alejan de un destino distinto, pero esa es otra historia...
Por lo pronto me quedo con esta idea y con el compromiso de decir "GRACIAS" a mi ángel o ángeles, son muchas las razones que me siguen llevando a conectar los puntos.
5 ene 2010
Carta a los Reyes Magos
No pierdo nunca la ilusión de soñar, y hoy recordando uno de los días más felices de mi niñez creo que no debo perder la oportunidad de mandar mi carta a los Reyes Magos.
La fantasía envuelta detrás de esta maravillosa ilusión fue un elemento definitivo para crear mi hábito de soñar y creer en la posibilidad de materializar los sueños.
Es cierto que hace muchos años no escribía mis peticiones, pero tengo la extraña idea que esta noche, en este año, uno de esos increíbles Reyes Magos está ansioso por escuchar mi lista de deseos. Es el Rey Mago de los ojos verde mar, que con su cabello blanco plateado y espléndida sonrisa generosa me hace pensar que sí se cumplirán mis deseos.
De corazón he querido portarme bien, he tratado de ser buena persona en todos sentidos y he intentado ser una buena escritora pero sé que debo aplicarme mucho más. Y espero que el balance arroje un saldo positivo para poder ver así ir cumpliéndose cada uno de mis deseos en los próximos meses, no voy a decir años pero sé que debo ser paciente.
1. Un "Café Toscana" versión de lujo en región 4 y otras de ser posible (con todo lo que ello implica ;-)
2. Un "Sonidos bajo el Agua" (por lo menos la primera edición)
3. Un paquete de oportunidades (con instrucciones para elegir las más adecuadas)
La fantasía envuelta detrás de esta maravillosa ilusión fue un elemento definitivo para crear mi hábito de soñar y creer en la posibilidad de materializar los sueños.
Es cierto que hace muchos años no escribía mis peticiones, pero tengo la extraña idea que esta noche, en este año, uno de esos increíbles Reyes Magos está ansioso por escuchar mi lista de deseos. Es el Rey Mago de los ojos verde mar, que con su cabello blanco plateado y espléndida sonrisa generosa me hace pensar que sí se cumplirán mis deseos.
De corazón he querido portarme bien, he tratado de ser buena persona en todos sentidos y he intentado ser una buena escritora pero sé que debo aplicarme mucho más. Y espero que el balance arroje un saldo positivo para poder ver así ir cumpliéndose cada uno de mis deseos en los próximos meses, no voy a decir años pero sé que debo ser paciente.
1. Un "Café Toscana" versión de lujo en región 4 y otras de ser posible (con todo lo que ello implica ;-)
2. Un "Sonidos bajo el Agua" (por lo menos la primera edición)
3. Un paquete de oportunidades (con instrucciones para elegir las más adecuadas)
4. Un muñeco de acción (no se malinterprete la descripción, bien podríamos decir un hombre, pero en esto de la lista de Reyes como que no cuadra) que tenga una mirada dulce, sonrisa de niño e incluya la versión musical de "Nada de nada" con dedicatoria personal
5. Una o dos rosas color salmón de vez en cuando.
6. Sorpresas, agradables desde luego.
7. Un viaje al otro lado del océano.
Tal vez sean ya demasiadas cosas pero para los Reyes Magos no hay límites, por lo cual pido también que no me falte la capacidad de soñar, ni las ganas de vivir y conquistar mis proyectos con pasión, y al hacerlo descifrar el sentido y propósito que en esta vida me ha tocado descubrir.
Si bien me extralimité para variar en cuanto al romanticismo de este post, cabe mencionar entonces que no encontré vehículo más adecuado para enviar mis peticiones al universo y que al igual que los globos se llevan las cartas de los pequeños al cielo, tal vez este post desaparezca después de ser absorbido por la energía mágica de las oportunidades exponenciales que nos brinda la red, cual globo internético.
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