Hace mas o menos un año un buen amigo me envió una nota vía email, de esas que recorren la red y llega un momento en que te cuestionas si fue verdad o se trata de una leyenda urbana.
La fuerza que ese mensaje me concedió entonces, hoy sigue impulsándome y alimentando la idea de lograr cumplir mis sueños.
En los últimos meses he venido partiendo de ceros para llevar a cabo una serie de eventos que están haciendo despegar mi novela, cada vez que me encuentro delante de un nuevo reto, ya no pregunto ¿por qué? Sino ¿cómo?
Es necesario que ocurran algunos eventos que pueden parecer inexplicables, para que nuestra brújula vuelva a conseguir dirección.
El día de hoy recibí a través de otra buena amiga el link al discurso de Steve Jobs CEO de Apple y Pixar, lo cual por un lado pone en evidencia su realidad y por otro me permite afirmar que es uno de los mejores discursos que he escuchado en mi vida.
No es tan breve, pero puedo garantizarles que vale la pena invertir 15 minutos de su tiempo en un mensaje tan valioso.
Discurso de Steve Jobs con subtítulos en español
La garantía de confiar en el futuro hoy me permite empezar a conectar algunos puntos mirando al pasado.
3 comentarios:
"Vidée" ese discurso hace mucho tiempo.
Sucede que todo el tiempo andamos quejándonos de lo que carecemos, pero no damos gracias por lo que tenemos; es una realidad como con el caso de los sueños: son intangibles pero no se puede negar su existencia; son efímeros, pero llegan a permanecer...
Todo está en hacerse la pregunta adecuada, en poner orden a las mismas o de plano de substraerse de algunas otras.
:-D
Voy a tener que diferir Exenio, cuando dices que los sueños son efímeros, no desaparecen, sólo que a veces se olvidan y en la medida que luchamos por hacerlos realidad se vuelven permanentes.
Es muy importante elegirlos y para ello como bien dices hay que hacerse las preguntas correctas, definir prioridades, y abandonar cualquier lastre que nos obstaculice.
gracias por compartir
Hay un punto en la vida en el que, sin retos, sin "cómos", la vida empieza a perder sentido. Y creo que le ocurre a mucha gente.
Pienso igual: tenemos que enganchar nuestro arado a una estrella y no parar.
Gracias por tu lista, Susana.
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